Reseña de Orthodoxia. Ulises Bértolo.
Siempre me han fascinado las Matrioskhas,
por su colorido, por su belleza artesana
y por su capacidad para concentrar y revelar la complejidad de muchas de las
formas que nos fascinan a todos. Ulises Bértolo logra fijar con total
intensidad esta figura en Orthodoxia,
creada bajo múltiples capas de piel para hacernos sentir toda una trama que
cabalga entre el reflejo del
comportamiento cultural ancestral y el poso hemenéutico que encierra en cada
una de sus muñequitas. Es este conocimiento aparentemente confinado, cuya
comprensión y entendimiento se despliegan
en su narrativa de tal forma que nos muestra por una parte una verdad histórica
y, por otra, la esencia del alma humana a modo de la escalera de la infinitud y
la eternidad.
Y si es cierto aquello de que una idea debe ser plasmada en una imagen,
al terminar de leer las últimas páginas de Orthodoxia
el perfil de la Matrioskha sigue bailando en mi cabeza. Cada cajita guarda en sí
mismo fragmentos de disciplinas como el arte, la historia, la arqueología o las
lenguas clásicas que sitúan a Compostela y a la Orden de Santiago como
protagonista de todas las miradas. Es en esas otras cajitas más pequeñas en las
que merece que nos detengamos un instante para adentrarnos en sus simbología e
interpretación. Así, los tipos psicológicos que nos propone defienden magistralmente
los arquetipos junguianos, tales como los de la guerrera, el héroe y el sabio.
Estos nos transportan a un mundo esotérico y su fenomenología a través de
pinceladas cabalísticas y de símbolos hermenéuticos; sus némesis, que bien podrían ser émulos contemporáneos de los Borgia,
desarrollan absortos la creación de una dinastía por encima de las iglesias.
Cabe destacar el personaje de Radic Menz, -archienemigo y alter ego del
arquéologo Thomas Noah, que es un furibundo misógino, sociópata y científico de
la antigua URSS reconvertido en un extremista ortodoxo. El autor, con este personaje se adentra
en el mundo del ocultismo y del inherente esoterismo fraguando múltiples
capítulos donde el lector disfrutará de muchísimas aventuras narradas de una
manera amena y directa de aquellos misterios que han transcendido a los tiempos
para llegar hasta nosotros manteniendo toda su esencia e interés.
Bajo la urdimbre y la trama de las páginas de Orthodoxia nos muestran que el escritor también es un buen
conocedor de mitologías y de diferentes religiones. En esta novela la fé y la religión
además de viejos compañeros de camino son inseparables de un marco de intrigas metafísico
donde tiempo, conciencia y conocimiento superan el marco religioso para romper
la cadena del pecado original y articulan una nueva memoria del ser humano
moderno. Así, en su narrativa, el autor logra
llevar a un nuevo punto las preguntas más importantes del ser humano entre
Ciencia y Religión, apostando en todo momento por un relato divertido y
trepidante, donde los personajes son capaces de engancharnos y sorprendernos de
una forma poco habitual. Por todo ello, su lectura es altamente recomendable porque es capaz de concitar el interés de cualquier tipo de lector-a.
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