Tienes todo el derecho del mundo a estar enfadado conmigo, Davey. Habíamos
llegado a un acuerdo. Por Dios, cruzaste todo el océano para reunirte conmigo. Yo
sólo tenía que cruzar el estrecho con el ferry.
¿Cuál es mi excusa, preguntarás con razón? Mis viejos temores serían un pretexto
muy práctico, sin duda. Pero, ay, mis temores en este caso son más tontos, tal vez
incluso más primitivos. Temo que, si nos conocemos, desaparecerá el misterio. Quizá
no congeniemos tanto como con papel y pluma. ¿Y si nuestra conversación no fluye
tan fácilmente en persona?
Tú esperabas reunirte en la catedral de Saint Mary con una Elspeth Dunn ideal.
Yo no quise decepcionarte con la versión real. ¿Y si te parecía que soy demasiado
baja? ¿O demasiado vieja? ¿O si no te gustaba el sonido de mi voz? Simplemente
quiero mantener las cosas como están, de manera que yo siga siendo misteriosa y
también, así lo espero, interesante.

Comentarios

  1. Me encanta.
    Mejor mantener el misterio a arriesgarse a ...no se sabe.
    Los miedos siempre presentes en las decisiones..

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    Respuestas
    1. Me encanta que te guste!!!! Pero seguro debemos hacerle caso a los miedos? Y si tras ellos descubrimos vivencias y emociones que de otro modo no las experimentariamos? No crees que en ocasiones vencer el miedo nos aporta un extra? Seguid comentando, me emocionan vuestras opiniones!!! Mil maullidos

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    2. Siempre hay que vencer el miedo o mejor dicho ver lo que se esconde tras el miedo, alli está la respuesta...

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