Le habría satisfecho plenamente dedicar su vida a la lectura, pero no fue posible.
Debería haber elegido su camino antes, saber qué quería hacer después del
bachillerato. Tener un «proyecto de vida». Laurent se había dejado arrastrar a los
estudios de derecho, que lo habían llevado a trabajar en la banca. Al principio le
había resultado agradable que lo reconocieran como alguien prometedor, escalar en la
jerarquía, tener responsabilidades y ganarse la vida con holgura. Hasta el día en que
había sentido, primero de manera confusa y luego cada vez más clara, que el hombre
en quien se estaba convirtiendo era justo lo contrario del hombre que era en realidad.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares