Era mejor caminar y no tomar decisiones apresuradas. A fin de cuentas, no tenía
ninguna meta ni a corto ni a medio plazo, tampoco a largo. Únicamente ideas un tanto
vagas sobre la manera de alcanzarlas y pensamientos sombríos. Me escabullí hacia la
primera calle que había a la derecha, espolvoreada de nieve como una habitación
largo tiempo abandonada.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares