Fedra




Profunda, intensa inclinación lasciva, 
para el adolescente nimio juego; 
cómo abrasa a mis años este fuego, 
nunca como hoy tan lúbrica y tan viva.
Ignora el joven mi pasión furtiva, 
y si audaz la propongo o se la entrego, 
no indiferente, hostil queda a mi ruego, 
rasgando mi alma su actitud esquiva.
Vástago de mi esposo, no hijo mío:  
Me has incendiado y permaneces frío, 
deshonrada me siento, aún sin rozarte.
Mi cuerpo por el tuyo va gimiendo 
cuando el camino de la muerte emprendo, 
amor estéril, sin jamás gozarte

Comentarios

Entradas populares